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viernes, 27 de abril de 2012

RACISMO,XENOFOBIA...INUITS EN MADRID.


En 1887 una exposición de 45 seres humanos llegó a España procedente de Filipinas. Procedentes de diferentes provincias de la lejana colonia española, fueron instalados como si fuesen piezas vivientes de un museo en los Jardines de Recreo del Retiro de Madrid, en los Palacios de Velazquez y de Cristal. El lago que todos conocemos se construyó para la ocasión y por el navegaban canoas tripuladas por nativos malayos.

En marzo de 1900 un grupo de 50 inuits pasaron por Madrid con motivo de una gira europea a raíz de la Exposición Universal de París. Los Inuits durante años se vieron separados de su familia, su tierra y sus costumbres.

En plena primavera fueron llevados al Retiro madrileño e instalados en chozas fabricadas con piel de foca y huesos de ballena. El publico que acudia a verles pagaba una peseta (cifra elevada para aquel tiempo). A cambio los inuit mostraban su habilidad adiestrando a los perros que guian los trineos, la caza con arpón e incluso el curtido de pieles. El programa que anunciaba su presencia indicaba que “De 3 h. A 4 h. Comida de los esquimales. A las 11´30 h. y a las 5 h. Comida de los perros. Banda de música. Entrada 1 peseta”.

Nadie se posicionó sobre la vida de los inuit en pleno verano en Madrid, vestidos con pieles puesto que para el público eran poco menos que salvajes. Otros asistentes debido a la forma masiva de fumar de los inuit pensaron que se trataba de una campaña publicitaria de Tabacalera.

A este grupo de inuits tras su gira por diversas ciudades europeas se les perdió el rastro. De los 50 que viajaron a Europa engañados, con promesas que no fueron cumplidas, al parecer tan solo seis o siete regresaron a su hogar y el resto acabaron marginados, enfermos, victimas de las costumbres occidentales o murieron victimas de infecciones o tras la exposición a enfermedades que desconocían.

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