Blog Urbano y de Vanguardia. La Pequeña Balboa, desde las ondas a las letras,
comprometiéndose con la actualidad , con los problemas sociales y con el día a día.

Violencia de género, Niños robados, Injusticias sociales,
La realidad de los pensionistas, El Alzheimer
como la gran lacra de la sociedad, Ley de Dependencia...

Opiniones personales, la vida cotidiana. Ideas, reflexiones. Comunicación personal.

viernes, 4 de mayo de 2012

PERDIDOS EN LA TRIBU


Cuando hablábamos de los zoos humanos mencionábamos que la última vez que se llevó a cabo una experiencia de este tipo fue en Bélgica en 1958.

Pero olvidaba por completo que en realidad no es así. En las últimas temporadas de la televisión de nuestro país el concepto de zoo humano ha resucitado lamentablemente.

En esta ocasión sin embargo se trata de un zoo que emocionalmente nos afecta muy poco puesto que los protagonistas viven a considerable distancia de nuestros hogares, no pagamos un solo euro por la entrada y si no cometemos el error de sintonizar la cadena en cuestión no asistimos a tan lamentable espectáculo.

Para que no falte variedad en la oferta, los protagonistas pertenecen a tribus o clanes de distintas latitudes. En la presente temporada la acción se centra en África y en las selvas de Sudamérica. En ediciones anteriores los destinos elegidos se encontraban en África y Asia.

La brillante idea consiste en presentar a familias españolas que quieren vivir experiencias diferentes a las de su realidad cotidiana y que vivirán entre grupos étnicamente menos evolucionados.

La actitud de los participantes es a todas luces lamentable. Tanto que mis dudas se dividen en dos puntos. Si todo lo que sucede en el programa está pautado y preparado, los guionistas, los creadores de tamaño despropósito deberían acudir de inmediato a un curso acelerado para guionistas novatos, que les refresque la memoria en lo que a planificar tramas se refiere. Si lo que sucede en el programa no está preparado, la actitud tanto de los responsables del programa como de la de los participantes es tan irrespetuosa con los nativos que provoca sonrojo y vergüenza ajena.


En el colmo de la estulticia más profunda se llegó en la temporada anterior ( o fue hace dos temporadas, lo siento pero es que me parecen todas iguales) a explotar el mito del buen salvaje y las tribus visitadas se convirtieron en los invitados de las familias españolas. Les aseguro que no resultaba tan gracioso como el viaje de Micke Cocodrilo Dundee a Nueva York en la película del mismo titulo.

Desconozco cual será el beneficio que obtengan las tribus visitadas por prestarse a semejante espectáculo pero no creo que les compense suficiente.

Entre los documentos que he consultado para hablar de los zoos humanos y de la presencia constante de personas naturales de África, encontré el nombre de una mujer que se convirtió en el espectáculo más famoso de la Inglaterra del siglo XIX.


Me refiero a Sara Baartman ( en africakáans Saartjie Baartman) nacida probablemente en 1789 y fallecida el 29 de diciembre de 1815. Sara fue la más famosa de las dos mujeres de la etnia khoikhoi convertidas en esclavas y que llegaron a Europa para ser exhibidas como atracción secundaria de circo en casetas apartadas (como las de La Mujer Barbuda)


Fue conocida como La Venus Hotentote, del término peyorativo Hottentot (tartamudo) con el que los holandeses se referían al pueblo khoi. Al quedar huérfana fue vendida al comerciante boer Pieter Willem César que la llevo a Ciudad del Cabo para que trabajara de niñera para su hermano Hendrick. En 1810 con apenas 21 años fue llevada a Londres, según unas versiones como esclava según otras engañada por un médico inglés.

Al poco de llegar empieza a ser exhibida en distintos locales de Picadilly en el centro de Londres. La Venus Hotentote se presenta ante el público semidesnuda, bailando y tocando instrumentos musicales africanos. Los londinenses se muestran fascinados con el tamaño de las nalgas de Sara algo inusual en Europa y con sus genitales mutilados y por un precio extra pueden tocar sus prominentes nalgas.

La Asociación Abolicionista Africana pide su liberación pero en el juicio que se celebra, Sarah declara que ella se queda con la mitad de las ganancias, lo que impide probar que se trate de un caso de esclavitud y por tanto continúa exhibiéndose ante el publico.

Tras el escandalo el espectáculo es prohibido y Sarah  vendida en 1814 a un domador de fieras galo que la lleva a Francia para exhibirla como uno más de sus animales durante 15 meses. Allí llama la atención del público y de los científicos como el anatomista Georges Cuvier que la examina en el Museo de Historia Natural y comprueba que es una mujer muy inteligente que habla fluidamente afrikaner. Su estancia en París coincide con la inauguración del Jardin des Plantes y es Geoffrey Saint Hilarie quien la lleva al zoo humano y la muestra en un escenario que comparte con plantas y animales exóticos.

Pero pronto deja de ser una novedad rentable y sus duras condiciones de vida la llevan a un deterioro imparable. Muere en 1815 tras dedicarse durante algún tiempo a la prostitución y victima de una infección o del mal de la época la sífilis.

Ni siquiera la muerte le evita la humillación. Tras la autopsia, de su cuerpo se hace un molde de yeso, que se exhibe en el Museo de Historia Natural de París. Su cerebro y sus genitales mutilados se conservan en formol.

Durante una visita a la capital francesa el entonces presidente de Sudáfrica Nelson Mandela descubre que Sarah continua formando parte de la colección de animales del museo francés. Escandalizado obtiene del entonces presidente Mitterrand la promesa de que los restos de Sarah volverían a su país. Las negociaciones se alargaron hasta que finalmente en 2002 la joven regresó a casa y fue enterrada el 9 de agosto de aquel año en Hankey cerca del Río Gamtoos en Cabo Este donde nació.
La activista de Genero Gail Smith acompañó a la delegación sudafricana para recuperar los restos de Sarah y acompañarlos de vuelta a casa. De aquel viaje Smith escribió:

"Siete años de investigación, discusión y fascinación con Baartman no me prepararon para el encuentro cara a cara con ella. O más bien con la colección de partes de su cuerpo desmembrado, consideradas decisivas para la investigación científica por los científicos felizmente encargados de su cuerpo apenas unas horas después de su muerte. Y que no perdieron el tiempo para llegar al fondo de la cuestión: hicieron un molde de yeso de su cuerpo, lo diseccionaron y conservaron su cerebro y sus genitales en formol.

El esqueleto de Baartman me llegaba hasta el plexo solar, así que no debía de medir más de 1,30 metros. El molde de yeso en posición vertical, pintado de un marrón extraño y con los brazos saliendo hacia fuera en un ángulo incómodo, tenía una apariencia macabra y ha atrapado su cara en una máscara de muerte perpetua. El frasco que contenía su cerebro tenía un aspecto corriente, al igual que el frasco con una sustancia gris que eran sus genitales ...

Sentí pena por las avestruces y por los canguros saltando empapados de lluvia con temperaturas bajo cero. Mientras me acurrucaba dentro de mis tres capas de ropa, podía imaginar la desgracia de Baartman en un medio tan hostil, sin ropa de abrigo, rodeada de hombres tan obsesionados con su vagina que continuamente intentaban convencerla para que se quitara la ropa que le quedaba puesta."

El 8 de septiembre de 2010 se presentó en la Mostra de Venecia la historia de Sarah realizada por el director franco tunecino Abdelatif Kechiche a partir de la novela de de Barbara Chase-Riboud, La Venus hotentote. La autora asegura que Sarah se casó con el médico inglés y que llegó hasta Europa con el sueño de convertirse en una bailarina famosa.

Diana Ferrus, una poetisa sudafricana de ascendencia khoi khoi, le dedicó en 2000 un poema que, entre otras cosas, dice:

He venido a sacarte de esta miseria
a llevarte lejos de los ojos curiosos
del monstruo fabricado por el hombre
que vive en las tinieblas
con sus garras de imperialismo
que diseccionó tu cuerpo parte por parte
que asoció tu alma a la de Satán
y se declaró él mismo el dios absoluto.

1 comentario:

  1. Con tu permiso, me lo lleva al blog.
    Impresionante y triste.
    Un saludo,

    Marta

    ResponderEliminar